Cuando las farmacias nos enferman

En momentos en que el mundo se remece producto de un grupo de especuladores que han hecho trizas la confianza pública de los mercados, robando sin cargos de conciencia y llevándose a los bolsillos indemnizaciones millonarias al ser despedidos por su ineficiencia y descaro, hoy la empresa privada nos vuelve a dar una bofetada.
A nadie puede dejar indiferente que la cadena de Farmacias Ahumada admitiera su responsabilidad en la concertación de precios con ejecutivos de otras cadenas y laboratorios.
Aunque se valora el reconocimiento, de todas formas no minimiza la gravedad de lo ocurrido ni mucho menos permite perdonar su comportamiento.
Es un hecho sabido que existe un acuerdo entre las partes para la fijación de precios. Hace un año por ejemplo, la carrera de Ingeniería Comercial de la Universidad de Valparaíso, realizó un estudio sobre el «mercado farmacéutico». Durante el desarrollo de la investigación no sólo quedo en evidencia el oligopolio de las 3 grandes cadenas de farmacia y la colusión de estas, sino que también se demostró que existe un grado de participación, en donde empresas D&S tiene el 17% de las acciones de Cruz Verde y el 20% de FASA. Cruz verde y FASA componen el 52% del mercado Farmacéutico, por lo tanto eso es considerado un monopolio.
Lo grave del episodio que quedó al descubierto por la confesión de una de las partes, es que mientras cientos de miles de chilenos apenas subsisten con sus escuálidos ingresos, más encima deben pagar precios altísimos en decenas de medicamentos simplemente porque estas familias  dueñas de las cadenas farmacéuticas decidieron ponerse de acuerdo para aumentarlos artificialmente. Es decir, el pobre es cada día más pobre porque el rico es, cada día, más rico. Un ejemplo más del por qué en Chile existe tanta desigualdad en el ingreso.
Un nuevo estudio del Banco Mundial estima que la crisis financiera mundial –que insisto fue gatillada por el inescrupuloso comportamiento de un puñado de empresarios y operadores- producirá 6 millones de nuevos pobres en Latinoamérica este año. Esto da lugar a temores de que la recesión económica haga una merma muy profunda en las capas sociales más desprotegidas del continente.
Ciertamente el tema de las farmacias cobra aún mayor gravedad porque los remedios a cuyos precios se les aplicó este incremento injustificado, en muchos casos son  esenciales para seguir viviendo. No estamos hablando de medicinas genéricas, sino de remedios específicos para enfermedades delicadas. Es lo que se conoce como los medicamentos éticos. Ni hablar de la ética empresarial en este caso.
Chile, país al que tanto le gusta compararse con las naciones más evolucionadas del mundo y que se considera el jaguar de Latino América, debiera aprender de naciones como Suecia, cuyo estado tiene el monopolio, entre otros, de los medicamentos. Su concepto es “máxima calidad al mínimo precio”. Al consumir cierta cantidad de medicamentos, se aumenta la subvención. Así el más enfermo llega a adquirir medicina gratis a lo largo de un tiempo.
En Chile el tema es grave porque lo que sucede con las cadenas farmacéuticas es muy probable que se repita en otros mercados como el de las bencinas, las multitiendas y los supermercados. El libre mercado, demasiado libre, da paso a un dañino y cruel libertinaje.
Un par de otras reflexiones. ¿Se le devolverá el dinero que pagaron demás los consumidores de estas farmacias? ¿O simplemente la multa engrosará las arcas del fisco y, por lo tanto, ese dinero robado por las empresas no volverá a los apolillados bolsillos de los enfermos?
Y para terminar, un consejo. Suele ocurrir que las farmacias nos piden nuestro número de RUT para que –según argumentan- acumulemos puntos cada vez que compramos algún medicamento. Pero cuidado. En los sistemas computacionales de las farmacias va quedando un registro de cada remedio que adquirimos precisamente porque cuando lo compramos damos nuestra identidad. ¿Qué pasaría si las farmacias deciden vender esa extensa base de datos a una isapre o una clínica? ¿Podrían luego esas entidades de salud negarnos una afiliación porque luego de analizar nuestra lista de medicinas, nos considere demasiado enfermos para aceptarnos? Da para pensar ¿o no?.

Este es el link con los medicamentos cuya alza de precios es indagada